Ayer estuvimos en el bar de la señorita Eva y mientras tomabamos una birra encontramos un sitio por nuestra cuenta, en la revista que tienen aquí para buscar fiestas (cosa extraña), resulto que el sitio molaba.
Hoy como un día más, nos levantamos tarde, bueno un servidor no tanto, que luego me critican por dar por culo por las mañanas. Fuimos en busca y captura de un sitio de comida nuevo, Queen Rice, donde el camarero medio chino-indio y con pluma nos sirvio una comida muy rica y picante (para mi ha sido la primera vez que pruebo el pato).
Luego fuimos a la puerta de Brandenburgo, y al monumento a los judios. Vuelta pa la casa. Poca cosa vamos.
El niño en el muro